El BPI portugués, donde CaixaBank tiene el 44,1%, ganó en el primer trimestre del año 45,8 millones de euros, un 48,3% más que en el mismo trimestre del año anterior. El 80% de sus beneficios provienen del banco angoleño BFA, donde BPI tiene el 50,1%.
Mientras los beneficios en el BFA fueron de 37 millones de euros, en Portugal se quedaron en 7,9 millones, aunque hace un año se perdieron dos millones.
CaixaBank prepara una opa sobre el BPI para hacerse con la mayoría del accionariado. Actualmente tienen el 44,1% pero los mismos derechos de voto que el segundo accionista, la angoleña Isabel Dos Santos, que posee el 18% de las acciones. El Gobierno de Portugal ha promulgado una ley para acabar con la limitación del derecho de voto en el caso de opas que entrará en vigor en julio.
Durante la asamblea general, volvieron a ponerse en evidencia las dos facciones del accionariado. Dos Santos votó en contra del cambio de estatutos para permitir que el actual presidente, Fernando Ullrich, pudiera continuar en el cargo después de 2017, cuando rebase la edad establecida en los actuales estatutos. Como se necesitan dos tercios de los votos, el voto en contra de la empresaria angoleña impidió su aprobación. El resultado fue del 63,68% de los votos cuando se precisaban el 66,67%.
Pese a ello, el resultado quedará sin efectos prácticos si triunfa la opa de CaixaBank, ya que el banco catalán ha anunciado que confía para el futuro en la actual dirección del banco portugués
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